Esta receta me la ha facilitado un compañero y amigo, José Ángel Reina. Me ha dado permiso para compartirla con todos vosotros. Muchas gracias amigo.

Es una forma de jugar con las proporciones del agua, y queda un resultado espectacular. 

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Ingredientes:

• 350g agua


• 25g levadura fresca


• 1 cucharadita de azúcar


• 500g de harina (puede ser normal o de fuerza)


• 2 cucharaditas de sal (20g)


• Un poquito de aceite

Preparación

Añadir el agua, la levadura y el azúcar y atemperar 2min/37ºC/vel2

Agregar la harina, la sal y mezclar 10seg/vel5. A continuación amasar 3min/función amasar sin cubilete.

Poner la masa en un bol engrasado con aceite, tapar con film y esperar a que doble su tamaño (unos 45 min).

Amasar un poco con las manos engrasadas en aceite de oliva para darle forma. Al llevar más agua de lo habitual se nos pegará en las manos, por ello lo del aceite. Importante no hacer cortes superficiales con cuchillo ni tijeras, dejadlo liso, ya que se trata de una miga alveolada.

Espolvorear con harina y dejar reposar mientras el horno se calienta a 200ºC.

Hornear unos 25-35min, a 200ºC si usamos ventilador o a 220ºC sin ventilador.

Sugerencias:

Esperar a que el pan se enfríe por completo para cortarlo. Hay que esperar a que se enfríe incluso el interior. La corteza actúa como barrera protectora y conservar así la hidratación. Así conseguiremos un efecto más prolongado.

Si el pan es demasiado grande, se puede congelar. Cuando ya esté bien frío. Incluso, se puede rebanar como en la imagen, y si tienes tostadora, lo sacas directamente del congelador y lo tuestas.